Análisis FODA: ¿qué es y para qué sirve?

Año 2008. Cátedra de Comunicación Comunitaria del profesor Oscar Magarola en la UNLaM. Ahí fue la primera vez que escuché sobre el análisis FODA. Y fue también la primera vez que pude trabajar y llevar a cabo uno. Si bien fue para una materia en la universidad, la organización que elegimos era real y fue una experiencia muy gratificante poder llevarlo a cabo. FODA significa Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas. ¿Pero qué implica cada cosa y para qué sirve?

Este método fue creado en la década de 1960 por Albert Humphrey, del Instituto de Investigación de Stanford, en Estados Unidos. Y surgió durante un estudio realizado para identificar por qué la planificación corporativa fallaba de manera constante. Desde su creación, el FODA (también llamado análisis DAFO o SWOT por sus siglas en inglés –StrengthsWeaknessesOpportunities y Threats-), se ha convertido en una de las herramientas más útiles para las compañías.

El análisis FODA implica revisar de forma interna y externa cuáles son las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas de una organización o empresa. El objetivo es determinar las ventajas competitivas de la empresa y la estrategia más conveniente según sus características y las del mercado en el que está involucrado.

Mediante un análisis FODA se pueden descubrir recomendaciones y estrategias, centrándose en aprovechar las fortalezas y oportunidades para superar las debilidades y amenazas.

Dentro del análisis interno, se evalúan las Fortalezas y Debilidades. En términos generales, las Fortalezas permiten ver cuáles son los puntos fuertes de la organización y que representan una ventaja en comparación con sus competidores. Por ejemplo, variedad de productos y/o servicios, atención personalizada, atención al cliente, etc.

Por su parte, las Debilidades implican pensar  todos los elementos, recursos, habilidades y actitudes que la empresa presenta y que son un impedimento para lograr sus objetivos. Por ejemplo, qué aspectos hay que mejorar o evitar porque hay problemas operativos, financieros, nula planificación o dirección estratégica, etc.

Dentro del análisis externo, se evalúan las Oportunidades y Amenazas. Así como hace falta analizar la empresa de forma interna, también hace falta hacerlo hacia afuera, ya que funciona y se desenvuelve en un entorno determinado. Por un lado, las Oportunidades se refieren a los factores positivos que se generan en el entorno y que al ser identificados pueden, entonces, ser aprovechados. Aquí es necesario responder preguntas como las circunstancias y tendencias del mercado, la coyuntura económica/política del país, normativa y tecnología presentes en ese mercado, entre otras.

Por otro lado, las Amenazas se refieren a las situaciones externas negativas que pueden atentar contra la organización y que, por lo tanto, necesitan una estrategia para poder sobrellevarlas. Aquí es necesario analizar los obstáculos hacia afuera, es decir, los que enfrenta la empresa y lo que hace la competencia, entre otros.

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