“Cría fama y échate a dormir, cría mala fama y échate a huir”, así dice un famoso refrán que bien deberían leer las famosas argentinas involucradas en un escándalo por vender una maquinita para el rostro para, en teoría, lograr una piel perfecta (de la empresa estadounidense Nu Skin, cuya filial está imputada en Argentina).
Estas famosas fueron repudiadas y denunciadas en las redes sociales ya que el negocio detrás de esas maquinitas se trata de nueva “estafa piramidal“. No se sabe si las celebrities fueron engañadas o actuaron sabiendo lo que hacían. En medio de toda la situación, una de las involucradas se defendió públicamente y aseguró: “No es una estafa piramidal. Acá todos ganamos según lo que vendemos, nadie estafa a nadie”.
Además de que esta famosa no leyó, desvirtuó o como le quieran decir, nada sobre lo que es una estafa piramidal ni quizás conozca a Carlo Ponzi, inventor del esquema que lleva su apellido, hizo otra mala jugada: meterse más aún en la boca del lobo al intentar defenderse de lo indefendible.
Pero aquí no me quiero referir a si el producto funciona o cuán grande es la estafa sino a lo que refiere la frase que inicia el post: la fama, a.k.a la reputación online que está en juego. ¿A qué me refiero con reputación online? Según Wikipedia, la reputación en línea es “la construcción social alrededor de la credibilidad, fiabilidad, moralidad y coherencia que se tiene de una persona, ente, organismo, institución, empresa, etc”. Es decir y en síntesis, cuán confiable y creíble nos resulta la persona u organización .
Al ser una percepción, la reputación no es producto de la persona o marca en sí, sino el resultado que generan sus acciones. Hay factores internos (lo que la persona o empresa dice y comparte) que influyen pero también externos (lo que aportan los demás usuarios y medios sobre esa marca). Por lo cual, la mejor manera de lograr una buena reputación online es tener un plan de acción, ser honestos, precavidos y empáticos.
Para una organización o en este caso una celebrity, cuya empresa y marca es ella misma, la gestión de la reputación online es vital para lograr éxito, mejores ventas y destacarse, sobre todo en terrenos muy competitivos. Se debe generar una estrategia de comunicación y marketing para trabajar en qué comunicar y cómo hacerlo. Y, en una situación de crisis, más aún.
En el caso particular de las famosas argentinas involucradas con la promoción de las maquinitas para la piel, implicaría en primer estancia conocer en profundidad el producto que se va vender y qué beneficios y consencuencias trae la incursión con este producto. En este caso, ellas lucran con su imagen, negocio que puede verse gravemente afectado por la incursión, adrede o no intencional, de esta estafa. ¿Conocían realmente el trasfondo de la empresa o el sistema con el que funciona? Si la respuesta es sí, ¿por qué eligen engañar a sus millones de seguidores y poner en riesgo su credibilidad? ¿Pesa más hacer un poco de dinero extra? ¿Consideran a sus seguidores ingenuos? ¿Son ellas las ingenuas que desconocen la inteligencia colectiva? Si la respuesta es no, ¿cómo se lanzan a promocionar algo de lo que no saben ni cómo se lleva a cabo la ganancia que reciben?
En estas circunstancia, vale preguntarse, además: ¿Qué empresa va a querer volver a apostar por estas influencers para promocionar sus productos? ¿Qué fan o usuario va a confiar en el próximo producto o servicio que ofrezca?
Lograr la confianza y alcanzar la buena reputación de las personas requiere mucho trabajo, pero tan solo unos cuantos segundos para derribarlas.